Habilidades psicosociales
Las habilidades para la vida también son llamadas habilidades psicosociales, ya que tienen componentes psicológicos tales como el autoconocimiento de las propias emociones y componentes necesarios para una adecuada interacción social, tales como la resolución creativa de conflicto.
Reconocimiento y manejo de emociones
Ayuda a reconocer y nombrar nuestras emociones y las de otras personas y a ser conscientes de cómo influyen estas en nuestro comportamiento social para responder a ellas en forma apropiada.
Normalmente, las emociones muy fuertes, sean estas positivas o negativas, son más difíciles de manejar. El enojo es una de las emociones fuertes que puede ser difícil de manejar, a menos que una persona aprenda cómo hacerlo. Para aprender a manejar las emociones, el primer paso es saber reconocerlas y nombrarlas. Es importante reconocer las emociones en el preciso momento en que se producen y relacionar a nivel racional este estado con la calidad de vida personal.
El manejar las propias emociones permite dirigirlas, ya sea hacia un objetivo inmediato o hacia uno a largo plazo. El fomento de esta habilidad requiere encaminarse a que las alumnas y los alumnos se desarrollen como miembros activos y responsables de su propio desarrollo personal y colectivo, es decir, facilitar el desarrollo
de la autonomía en las chicas y los chicos.
¿Es posible enseñar a los niños a regular sus emociones?
La mayor parte de las conductas se aprenden, sobre todo de los padres, de los
profesores y de las personas que rodean al niño. Para conseguir que el niño
aprenda a manejar adecuadamente sus emociones es necesario que los padres
y profesores cuenten con la suficiente información como para poder regular
y controlar sus estados emocionales y facilitar que los niños los aprendan y
desarrollen.
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