ACTIVIDADES SUGERIDAS
En general, aquellas actividades que promueven el autoconocimiento y el reconocimiento de habilidades originarán adquirir una buena autoestima.
También el practicar actividades que nos permitan mejorar destrezas o descubrir capacidades. Igualmente el plantear metas posibles y alcanzarlas.
Actividad 1. Las preguntas reveladoras
Población: Responsables de cuidado y crianza, personal escolar.
Objetivo: Que los y las participantes tengan elementos de autoconocimiento que les permitan valorarse de forma positiva.
Duración: 30 minutos.
Materiales: Preguntas impresas, sillas y un lugar iluminado y amplio.
Desarrollo: Se les reparten a las y los asistentes tres preguntas que a continuación se enuncian. Se les pide que las respondan de manera individual y posteriormente se comparten en plenaria las respuestas de cada integrante del grupo.
1. Si yo no pienso en mí ¿Quién lo hará?
2. Si sólo pienso en mí ¿Quién soy?
3. Si no es ahora ¿Cuándo? (del Talmud, en Bucay, 2005).
Finalmente se comparte con el grupo el siguiente texto de Virginia Satir y se les pide que comenten cómo se sienten al escuchar esto y en qué pueden comprometerse consigo mismos y consigo mismas para tener una mejor autoestima a raíz de lo reflexionado en la actividad. Recordar y practicar las 5 libertades de Virginia Satir (1994).
1. La libertad de ver y escuchar lo que está aquí, en lugar de lo que debería estar, estuvo o estará.
2. La libertad de decir lo que se siente y se piensa, en lugar de lo que se debería sentir y pensar.
3. La libertad de sentir lo que se siente, en lugar de lo que debería
sentirse.
4. La libertad de pedir lo que se quiere, en lugar de tener siempre pedir permiso.
5. La libertad de arriesgarse por su propia cuenta, en lugar de optar únicamente por estar “seguro” o “segura” y no perturbar la tranquilidad.
Actividad 2. La Caja de Pandora
Población: Jóvenes, niños y niñas.
Objetivo: Reconocer aspectos positivos y áreas de oportunidad.
Duración: 30 minutos.
Materiales: Preguntas impresas, sillas y un lugar iluminado y amplio.
Desarrollo: Cada una y cada uno de los alumnos y las alumnas en su lugar escribe en una tarjeta de manera anónima algún aspecto que le desagrade mucho de sí mismo o de sí misma y desee mejorar y la deposita en una caja.
En otra tarjeta escribe un aspecto que le agrada mucho de sí mismo o de sí misma y del cual se siente muy orgulloso u orgullosa y la deposita en una caja diferente.
Se pide al grupo que todos se pongan de pie. Se traza una línea por la mitad del salón y se asigna a un lado el rótulo “De acuerdo” y al otro el de “Desacuerdo”. Posteriormente se leen de manera alternada
una tarjeta de cada caja y se pide que cada uno y cada una se ubique en el lado correspondiente, según coincida la leyenda con algo que puede aplicar a su propia persona o no. Se comentan en el grupo aquellas leyendas que llamen la atención.
Actividad 3. Baile de máscaras
Población: Alumnos y alumnas de secundaria.
Objetivo: Identificar las seis emociones básicas (miedo, alegría, ira, sorpresa, aversión y tristeza).
Duración: 30 minutos.
Materiales: Hojas de papel impresas con máscaras prediseñadas de cada una de las seis emociones en igual número.
Desarrollo: Se reparten al azar un mismo número de máscaras para cada emoción. Nadie puede decir qué emoción le ha tocado y se colocan la máscara frente al rostro.
Se les pedirá a las alumnas y los alumnos que caminen por el salón observando las demás máscaras y representando corporalmente (postura, ademanes, etc.) la emoción que les ha tocado, mientras tratan de
identificar la emoción que representa la máscara de sus compañeros y compañeras, ya sea igual a la suya o diferente.
Después, en plenaria, comentarán si les resultó fácil o difícil identifica las emociones de las máscaras que observaron y lo que sintieron al verlas. La tallerista o el tallerista concluye distinguiendo en las más
caras las seis emociones básicas y que en ocasiones éstas suelen entremezclarse.
Se hace hincapié en que en el bullying se observa una dificultad para identificar y manejar las emociones por parte de los involucrados y las involucradas, como la ira en el agresor o agresora, el miedo y la tristeza en la agredida o el agredido, así como en las observadoras y los observadores.
Actividad 4. Diferencia de objetivos
Población: Adultos y adultas.
Objetivo: Identificar estrategias efectivas para la resolución creativa de conflictos
Duración: 60 minutos.
Materiales: hojas, lápices
Desarrollo:
Se divide al grupo por parejas y se da a cada persona un papel en donde viene una instrucción de una figura que deberá dibujar. Se reparten por parejas un lápiz y una hoja. Las dos personas deberán dibujar, sujetando el mismo lápiz, las figuras diferentes que les fueron asignadas (por ejemplo, un elefante y una casa). Se les da la instrucción de que no pueden hablar en ningún momento durante el ejercicio.
Al contar con un solo lápiz es probable que ambas personas traten de forcejear para lograr sus objetivos. Algunas otras quizá cedan para que el otro realice su cometido o algunas más tal vez negocien sin palabras.
Al final, en plenaria, se discutirá cómo se sintieron con esta dinámica y qué papeles suelen tomar en los conflictos. Se comenta también que el ceder totalmente o el imponer no son formas válidas de resolver un conflicto, pues a menudo lo agravan a la larga.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario